Cómo andaba la gauchada
siempre alegre y bien montada
y dispuesta pa el trabajo…
pero hoy en día… ¡barajo!
No se la ve de aporriada.
El gaucho más infeliz
tenía tropilla de un pelo,
no le faltaba un consuelo
y andaba la gente lista…
teniendo al campo la vista,
sólo vía hacienda y cielo.
Cuando llegaban las yerras,
Cuando llegaban las yerras,
¡cosa que daba calor!
Tanto gaucho pialador
y tironiador sin yel.
¡Ah, tiempos…pero si en él
se ha visto tanto primor!"
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