lunes, 25 de mayo de 2009

Oid mortales..


En noviembre de 1780, los pueblos originarios del Perú de la mano de José Gabriel Condorcanqui ,de nombre inca Túpac Amaru, iniciaban la revolución más importante que sufriera el poder realista en este continente.
Este relevante hecho, que terminó con la brutal matanza de los principales líderes y sus familias, fue el antecedente continental más importante que tuviera la emancipación americana.
En 1805 y 1806 , la Reconquista de Buenos Aires ,en manos de tropas inglesas, demostraba que los criollos pensaban en otro tipo de futuro más duradero, que el simple hecho de cambiar de amo.
Las madrugadas de mayo de 1810, fueron un desvelo de debates sobre el futuro que teníamos por delante.
La caída de la Junta de Sevilla, último bastión del decadente poder español, anticipó aun más los hechos.
Cisneros fue forzado a un Cabildo Abierto para el 22 de mayo, situación que logro manejar nombrándose presidente del mismo.
Los cuadros militares de aquel entonces, liderados por French ,Beruti y Rodriguez Peña se prepararon para lo peor, repartiendo distintivos en el Cabildo Abierto del 25 de mayo entre los patriotas adherentes a la causa, si Cisneros no reconocía el poder compartido que pretendían los patriotas criollos por las buenas , lo haría en otros términos.
La jornada terminó con el nombramiento de la Primera Junta de Gobierno autóctono que tuvo nuestro naciente país.
Si bien el ideal patriota que encarnaban Moreno, Castelli y Belgrano ,fue superado luego por los intereses de los comerciantes españoles , que lo único que pretendían en aquellas jornadas, era retornar al monopolio (vedado por Cisneros en los primeros meses de 1810) y mantener sus privilegios de colonos, las jornadas de mayo entretejieron la delicada telaraña que con sangrientas luchas , sostuvieron luego nuestra Independencia.
Después de tantos años, la Revolución sigue inconclusa, será menester de los hombres del Bicentenario recrear los ideales de los patriotas de mayo, que con su espada y su sangre, alimentaron nuestros sueños de Libertad.



Hornero del Sur



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